domingo, 29 de marzo de 2009

César Aira, Pacific E., Frank Zappa. Nos Tomamos un Paseo por el Lado Salvaje




Comenzó hace poco más de una semana. En el correo, tenía un mail de Mariana que me aconsejaba -para el blog-no dejar pasar un extraño proyecto de restaurant publicado en Archdaily (http://www.archdaily.com/16445/yellow-treehouse-restaurant-pacific-environments/). Jugando al editor y trazando una curva como el mejor de los toreros le respondí: "Sumale algún par de ideas y cerrá el artículo". Mientras me imaginaba un contrapunto Sin Comentarios con los palacios que los Elfos habían construído en Rivendel, a los pocos días llega la respuesta positiva con su texto correspondiente que en pocos segundos leerán más abajo. Yo quería agregar a la lista de Pacific Environments y César Aira al extraordinario(sic) músico Frank Zappa, ya que nuestro amigo siempre caminó -como los otros dos- por el lado más salvaje del arte y la cultura, sin apartarse de las reglas de juego y aportando en cada disco una cuota de originalidad y osadía que colaboraría para cambiar la música. Eso es al fin y al cabo lo que encuentro en común entre los tres. Recomendamos analizar el restaurant del árbol y leer algún libro del César escuchando "We´re only in it for the money" de los Mothers of Inventions de Zappa en 1968, parodiando ustedes se imaginarán mirando la tapa a que otro colosal disco de los sesenta. Abajo entonces, el texto de la arquitecta:

Este año, de la mano de una colega arquitecta, llegaron a mis manos dos peculiares productos del arte. Desconocidos entre ellos, tal vez lo único que los una en este momento seamos mi socia y yo, pero, siendo este blog un gran elemento de difusión de culturas diversas, no veo razón para no vincular lo que en mi mente articuló ciertas relaciones paralelas.
Lejos de las bibliografías y datos cronológicos voy a contarles nada más la trama de ambas existencias, con palabras o fotografías, para que decidan si son, o no, objetos de su interés y semillas para un germinar futuro en sus bibliotecas.
César Aira es un escritor argentino contemporáneo, aparentemente muy seguido en la Facultad de Letras, que no pertenece a ningún canon que podamos creer conocer. Es único. En una entrevista que dio hace pocas semanas al diario La Nación, la palabra “raro”, “rarezas” y derivados fueron el triste vocabulario corriente con el que el periodista, en un esfuerzo enciclopédico, intentó encuadrar su obra de alguna forma que el lector del diario pudiera comprender.
“…Durante la tarde, mientras él andaba absorto en sus cosas, un gigantesco pez cósmico había venido derivando desde los confines externos del Universo hacia nuestra galaxia. Tan enorme era que su paso había apartado constelaciones y echado a rodar estrellas y cúmulos en todas las direcciones del cosmos. El delicado equilibrio de las grandes elípticas gravitacionales se había disuelto, para volver a reconstruirse, alterado, al paso del gigante. Silencioso como un sueño, abría y cerraba los agujeros newtonianos, atravesaba las madejas de átomos, cruzaba umbrales negros de distancias portentosas por su mera presencia. ¿De dónde venía? Del fondo de la nada impensada e impensable. … difundía una dulce serenidad mientras hacía a un lado con delicadeza a Casiopea a Andrómeda, a Perseo, y curvaba el Ecuador magnético del que colgaban, como linternas en una feria coreana, los soles de los crepúsculos intergalácticos. Novas espontáneas se pegaban a su oro, por momentos parecían hacer transparentes sus escamas colosales…”
“Las aventuras de Barbaverde” César Aira, abril 2008, Editorial Sudamericana.

Podría dedicar infinitas palabras, metáforas, referencias históricas o pictóricas para traducir el significado implícito en la obrita que es este restaurant en Nueva Zelanda dentro de un marco arquitectónico. Hablar de emplazamientos, racionalidades constructivas, sensibilidades varias y alegorías vernáculas. Sin embargo, como la obra de Aira, los intentos de descripción parecen inútiles y creo que dejar al libre albedrío del regocijo de los sentidos esta obra tendrá mejores resultados.
En la entrevista a César Aira, antes mencionada se le pregunta por su producción preferida, a lo que él contesta:
“…reconozco que algunas novelas me han salido especialmente bien. Quizá por casualidad, o seguramente por casualidad, salió algo que me gustó. … Creo que se da un conjunto de circunstancias, no se puede hablar de azar. Pero sí de una buena idea, de un momento especialmente bueno en mi vida que me permita seguir con el mismo impulso hasta el final. Que no es mucho, porque esas cien paginitas que suelen tener mis novelas son tres o cuatro meses de trabajo. Pero si lo logro mantener y si la idea inicial fue fecunda y todo funcionó, sale y quedo muy contento.”
Una buena idea, un mismo impulso continuo hasta el final… en dos o tres elementos constructivos que tiene esta obra se logra mantener dicha idea inicial fecunda, todo funciona y todos, quedamos muy contentos con este gigantesco higo volador que eligió con dulce serenidad hacer a un lado ramas y hojas, curvar el perfil de este árbol de Sequoia y colgar, como farol de papel en el bosque

Escrito por la arq. Mariana Rodriguez Cáceres.

Obra: Yellow Treehouse Restaurant
Estudio: Pacific Environments / Peter Eising & Lucy Gauntlett
Lugar: Auckland, New Zealand
Año: 2008-2009

Las fotografías corresponden a Lucy Gauntlett y fueron tomadas del link citado al principio
Editado por el arq. Martín Lisnovsky

7 comentarios:

Patacón dijo...

Creo que los que construían cosas similares eran los Elfos del Bosque fieles a Galadriel. Todo muy raro, pero supongo a la larga encontraré esos valores osados que citan en el texto. Saludos!

Patacón dijo...

Hey, encontré algo!!. Escuchando el disco de Zappa, la canción "Let´s make the water turn black" era usada en un sketch de La cuadrilla en el programa del 92 De la cabeza. Martín: tus ídolos siempre se encuentran en algún punto común. Increíble. Pasé 17 años sin saber qué canción era.

Noemí dijo...

Un paseo por el lado Salvaje no es un tema de Lou Reed? No entendí nada y la cebolla es bien fea, pero me gustaron los textos de Aira. Algo es Algo

Mariana RC dijo...

Noemí, qué increíble que a vos que no te gustó lo asocies con una cebolla y a mí que sí con un higo...visitaste el vínculo a la página con la nota original? hay muy buenas fotos ahí.
Si te gustó Aira el libro más consagrado que tiene es "Cómo me hice monja" si lo encontrás avisame porque está agotado y vengo rastreándolo hace mucho.

Buzz dijo...

Buenísimo el restaurant del árbol. Original y creativo. Nada convencional con las casitas en los árboles tradicionales. Para los iniciados en Zappa, les recomiendo dos cd: Strictly Commercial y Zappa On the Radio. Allñi disfrutaran un poco de todo el abanico zappista. Por favor, suban mas arquitectura rara como la de hoy!! Gracias

Wally dijo...

mUY PINTORESCO Y ORIGINAL EL RESTAURANT, PERO EL MOBILIARIO ES BERRETA BERRETA. Sigan participando...

Abasto dijo...

El texto no me parece nada peculiar. Me parece que vienen leyendo muchas cosas planas. En Buenahora!! Hay mucha poesía gráfica dando vueltas por allí

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